Lo que sucedió a partir del momento en que Daniel fue evaluado en aquel.consultorio medico se convirtió en un proceso de revelado continuo en el cual emergió ante mis ojos mi propia fortaleza humana, la maravillosa perfección del universo y el infinito poder de Dios.
El trago más amargo de toda mi vida.
Tras realizar varias radiografías dos meses después de aquel primer diagnóstcol, un ortopedista pediátrico vino a darnos las noticias. Las palabras exactas no las recuerdo, solo recuerdo escuchar ”no tiene tratamiento,no sesabe que la origina,es una enfermedad rara "Perthes”. Aquello era incomprensible, inentendible, inaceptable, simplemente imposible!. Contemplar a mi bebe en mis brazos en mis brazos e imaginar que todo lo que decía aquel médico era cierto generaba un terrible conflicto en mi mente e incontenibles escalofríos en mi cuerpo. El miedo se apodero de mí.